Los investigadores del Instituto de Investigación Infantil Murdoch (MCRI), con otros socios con sede en Melbourne, utilizarán células madre humanas para comprender mejor los efectos de COVID-19 en diferentes órganos después de recibir una subvención del gobierno estatal.
La ministra de Investigación Médica, Jaala Pulford, anunció hoy que la iniciativa de células madre se encuentra entre los proyectos para compartir $5.5 millones del Fondo de Investigación COVID-19 del gobierno.
El proyecto MCRI también ha recibido $600,000 adicionales en apoyo filantrópico de la Fundación de Investigación Médica Stafford Fox (SFMRF). La directora temática de biología celular de MCRI, la profesora Melissa Little, dijo que el equipo del proyecto utilizaría células madre de origen humano para comprender mejor los efectos del virus en diferentes sistemas de órganos del cuerpo, incluidos los pulmones, el corazón, los riñones, el cerebro, el sistema inmunológico y los vasos sanguíneos, para Apoyar el desarrollo de tratamientos específicos.
El estudio colaborativo, que incluye al Instituto Peter Doherty para Infecciones e Inmunidad, el Instituto Australiano de Medicina Regenerativa (ARMI) y el Instituto de Investigación Médica Walter y Eliza Hall, se beneficiará de equipos de procesamiento de células madre de última generación, que recrearán los tejidos humanos afectados. en pacientes con COVID-19.
La Instalación de Modelado de Enfermedades Basada en Células Madre de la Fundación de Investigación Médica Stafford Fox en MCRI también brinda la capacidad de realizar una detección rápida de medicamentos para permitir una transición rápida del diagnóstico al tratamiento.
El profesor Little dijo que la capacidad del equipo de investigación para combinar diferentes tipos de células les permitiría investigar cómo se propaga el virus en los órganos y cómo las células infectadas responden entre sí.
“Existe una creciente evidencia de que el SARS-CoV-2 puede dañar órganos más allá de los pulmones, incluidos el corazón, los vasos sanguíneos, las células inmunitarias, los riñones e incluso el tejido neural. Pero una comprensión limitada del impacto del SARS-CoV-2 en dichos tejidos limita nuestra capacidad para tratar a los pacientes de la manera más adecuada y anticipar complicaciones a largo plazo ”, dijo. «Este programa colaborativo aumentará nuestra comprensión de la patología de la enfermedad, identificará los factores de riesgo subyacentes, cambiará la atención clínica para proteger al paciente de complicaciones graves, facilitará el desarrollo de opciones de tratamiento específicas y nos preparará mejor para la próxima pandemia».
Referencia: Instituto de Investigación Infantil Murdoch
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