Un nuevo estudio está ofreciendo esperanza a los niños que padecen autismo y sus familias. 25 niños participaron en el primer estudio de su tipo en la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte. El objetivo: ver si una inyección de su propia sangre de cordón umbilical que contiene células madre podría ayudar a tratar su autismo.
Los resultados fueron impresionantes: más de dos tercios de los niños reportaron mejoría. Un segundo ensayo está en curso y los investigadores esperan que ofrezca un tratamiento a largo plazo para los niños con autismo.
Los escépticos dicen que hay demasiadas preguntas sin respuesta para emocionarse. Incluso los investigadores de Duke lo reconocen. El primer ensayo, recientemente publicado en la revista especializada Stem Cells Translational Medicine, fue un ensayo de seguridad, no un estudio doble ciego controlado con pruebas definitivas de resultados positivos. Ese estudio fue abierto, lo que significa que todos – los médicos y las familias – sabían que la terapia estaba siendo administrada.
El ensayo de seguridad comenzó hace poco más de año y medio. No solo concluyó que la sangre del cordón umbilical era segura, sino que el 70% de los 25 niños, de edades entre 2 y 6 años, había mejorado su conducta según lo descrito por sus padres y monitoreado por los investigadores de Duke.
Los niños viajaron a Duke tres veces en el transcurso de un año. Se sometieron a una serie de evaluaciones tales como estudios de autismo, resonancias magnéticas y electroencefalografías para seguir su actividad cerebral.
En el primer viaje, los niños recibieron la infusión de sangre del cordón umbilical junto con evaluaciones intensas. Cada niño recibió entre 1,000 y 2,000 millones de células, administradas mediante una intravenosa en sus brazos o piernas. Los niños regresaron a los seis meses y al año para más pruebas y observaciones.
“Algunos niños, que no hablaban mucho, aumentaban su vocabulario y su discurso funcional”, comenta la Dra. Kurtzberg investigadora del ensayo. “Muchos niños fueron capaces de jugar y tener una comunicación significativa de una manera que no la habían tenido antes. Algunos niños presentaron menos comportamientos repetitivos que cuando llegaron al estudio”.
La Dra. Kurtzberg enfatiza en que aunque los investigadores son cautelosamente optimistas acerca de los resultados, quieren un estudio científico. Están llevando a cabo un ensayo definitivo para saber si la sangre del cordón umbilical puede tratar el autismo, un estudio doble ciego, controlado por placebo que involucra a 165 niños autistas, con edades comprendidas entre 2 y 8. La FDA (Food and Drug Administration) supervisa el estudio.
El Dr. Arnold R. Kriegstein, director del centro de células madre de la Universidad de California en San Francisco, dice que espera que haya un tratamiento innovador para los niños con autismo, pero que hay que investigar más antes de que esto se convierta en una realidad.
“Hay que ser muy cuidadoso al interpretar resultados que no han venido de ensayos apropiadamente controlados de doble ciego,” dijo. “Todo lo que puedo decir es que sería maravilloso si este tratamiento fuera efectivo, pero uno tiene que ser muy cauteloso antes de llegar a conclusiones”.
Es importante que los padres que escuchen hablar de la sangre del cordón umbilical como un posible tratamiento para el autismo sepan que se está trabajando muy duro para conocer la respuesta a esa pregunta.
Fuente: ROCKLEDGE, FLORIDA (CNN) – ABRIL DE 2017